Prólogo

¿Qué pasa cuando se abrazan el amor y la muerte? ¿Se muere el amor? ¿O se enamora la muerte? Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte.

Anónimo.



Prólogo


   “Dicen del amor y de la muerte que nadie sabe quién los invita o cómo llegan, pero que hacen el mismo trabajo: el uno se lleva tu corazón y el otro tus latidos.
Mi muerte fue muy tranquila aunque bastante dolorosa. Recuerdo las voces de la gente agolpándose a mi alrededor, chillando y gritando angustiados pidiendo auxilio, mientras yo dejaba de sentir, poco a poco, todo el dolor que durante unos minutos me había consumido. Entonces, comencé a flotar alejándome del tétrico escenario donde abandoné  mi destrozado cuerpo inerte y fue cuando conocí a  una extraña calma y bienvenida paz, que me dieron su acogida. Pero eso ya me lo había advertido él y por eso, por extraño que parezca, no tenía miedo. Y así fue cómo desaparecieron mis latidos
Pero el verdadero y desgarrador dolor, lo que realmente me destrozó por dentro de una manera sobrenatural vino cuando me apartaron de él… mientras me juraba, inmovilizado por dos ánimas del averno y luchando por liberarse, que encontraría mi alma fuese como fuese  y al precio que fuese… porque fuimos dos almas unidas por el amor y separadas por dos mundos opuestos. Y así fue cómo desapareció mi corazón…”


No hay comentarios:

Publicar un comentario